Cuando nació mi único hijo, fui muy feliz. Era la culminación de una serie de angustias, miedos, luchas y muy poco disfrute de un embarazo manipulado, maltratado (aunque ese es tema para otro día). Cuando él nació, me dediqué a saber cómo podía resarcirle de tanta mala información recibida. Yo era anti Face, anti Twitter, anti PC. Pero la necesidad me obligó, y hoy aquí estamos :)
Como madre he cometido muchísimos errores. Me exigía mucho y me castigaba por ello. Ahora sólo quiero ser mamá. Esa es mi verdad, sin adornos, ni golpes de pecho. Cuando veo tantos cursos, escuelas, talleres y demás para los niños y sus padres, me alegro, me da gusto pues. Pero por ahora no puedo pagarlos, así que por ahora trato de hacer lo que leo, pero nunca a pie juntillas pues no se trata de un pastel, es de mi hijo de quien hablamos, de un ser humano único a irrepetible a quien le estamos formando mi esposo y yo, y que si bien responde como un niño de su edad, hay diversos factores que no operan para hacer exactamente lo mismo que con otros chiquitos.
Es complicado a veces, pero hace relativamente poco tiempo nos dimos cuenta de que para educar o criar a un hijo, hay que hacer las paces con nuestros niños interiores, que aunque sabemos que están ahí, y que los pensábamos curados, siguen saliendo a decirnos que les duele todavía o que por qué no les dejamos hacer lo que a nuestros hijos, que seamos más comprensivos o que les castiguemos, como lo hicieron con ellos, años atrás.
Ese descubrimiento le trajo luz a las peleas con el esposo, a quien le dije hace poco:"No estoy regañando a Ernesto niño, sino llamándole la atención a Daniel, tu hijo de 4 años". Ahora lo entendemos mejor, pero a veces es todavía difícil separar esos momentos de confusión, pero al menos ya están identificados.
Un día Dany se quiso llevar a su cangrejo de juguete al súper, yo le dije que no, a menos que lo cuidara. Lo perdió. Le dolió mucho. A mí de niña me castigaban por perder algo de mi propiedad... para que aprendiera, absurdo pero cierto. Estaba mi hijo tan triste que saqué su pijama favorita,( que se acabó pues no se la quitaba, más que para lavarla e ir a la escuela) y le hice un cangrejo de esa tela (pues ¿saben lo difícil que es encontrar un cangrejo de juguete!!?? MUCHO jajaja.) Y es el que ilustra este primer blog. Prometo hablarles más de mis errores, dudas, mis confusiones y descubrimientos, pues disto mucho de ser una madre modelo, estoy en proceso de construcción, más consciente, eso sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario