Hay un tema muy temido y experimentada por madres gestantes;
un tema que causa mucho dolor, desconsuelo y pesar. Un aborto espontáneo.
Cuando es grande la ilusión, la pena y el duelo son proporcionales.
Tal vez lo que más tortura es que
no hay una explicación para esa perdida. Se creía, en algún tiempo, que el uso
de un progestágeno entre el primer y segundo trimestre podrían ayudar. ¿Por qué?
Bueno, la progesterona es esencial para preparar al útero para que se implante
el óvulo ya fertilizado. Por esta razón se creyó que la administración de
progesterona exógena ayudaría en el problema. Pero no. No hay evidencia de la
progesterona en la reducción del aborto espontáneo para las mujeres con amenaza
del mismo, constata la OMS.
En relación al embarazo recurrente, se mostró un efecto positivo en la aplicación del progestágeno, pero se recomienda precaución, pues la muestra fue escasa de estos estudios.
En relación al embarazo recurrente, se mostró un efecto positivo en la aplicación del progestágeno, pero se recomienda precaución, pues la muestra fue escasa de estos estudios.
Este organismo incluso expresa
que se debe de eliminar el progestágeno de la lista de tratamiento para
prevenir el aborto espontáneo, tema sobre el cual se admite que hay todavía
muchas fisuras en el conocimiento sobre cómo se puede tratar la amenaza de
aborto espontáneo y en especial, el aborto recurrente, y también indica que las
mujeres deben recibir asesoramiento adecuado sobre este tema.
Y más aún, las mujeres que han
sufrido por esta pérdida, necesitan terapia psicológica, contención, respeto
por su duelo y empatía.
Hay mucha gente, tanto personal
médico como familiares o amigos de la pareja que ha perdido un embarazo, que no
le dan la importancia y validez que tiene para esa familia. Y más si han sido abortos
recurrentes.
Hace falta sensibilidad para
tratar y hablar sobre estas penosas experiencias con las madres y padres.
Humildemente les decimos que no digamos las típicas frases hechas, huecas,
innecesarias como: “Échale ganas; por algo pasan las cosas; es mejor así, tal
vez iba a nacer con muchos defectos físicos; Sólo Dios sabe por qué pasan las
cosas; Ya, ya, no llores”. No minimizemos el hecho o lo tratemos como si nada
hubiera pasado. Es insultante. Porque sí pasó.
Si quieres ayudar, escucha, se
oreja, abraza, da contención, acompaña. No juzgues, por favor.
Este tema es parte del curso "Maternidad Consciente" que ofrece CIELET.
Este tema es parte del curso "Maternidad Consciente" que ofrece CIELET.
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